Por: Ab. Silvia Buendía
En marzo de este año, el bus de la Caravana Climática -iniciativa de organizaciones sociales, ambientalistas y no gubernamentales para promocionar los derechos de la naturaleza- partió desde el norte de México en dirección al Perú. Su objetivo era llegar a Lima en los primeros días de diciembre para asistir a la Cumbre de los Pueblos, en la que delegados de varios países elaborarían un acuerdo para frenar el cambio climático.
El automotor ingresó al Ecuador en septiembre de este año, recorrió nuestro país a su ritmo y sin ningún tipo de incidentes de norte a sur, cada vez más cerca en fecha y distancia de la cita en Lima. A esta caravana se unieron los Yasunidos, que iban a la cumbre de Lima a denunciar el daño que la explotación petrolera causaría al Parque Nacional Yasuní. Desde ese momento la policía los siguió y detuvo constantemente -por lo menos siete veces- hasta que finalmente, a la altura de la vía Naranjal-Molleturo, les confiscó el bus.
Hoy el vehículo se encuentra en la Aduana de Guayaquil, que ha formalizado una acusación contra su chofer, Christian Rosendahl, por violar el art. 302 del Código Orgánico de Producción, Comercio e Inversión, lo que le puede costar de 3 a 5 años de cárcel por supuestamente haber escondido fines de lucro en esta gira de corte ambientalista. El diario británico The Guardian publicó esta noticia y en ella habló de acoso policial contra los Yasunidos.
A esto se sumó otro suceso que también... Leer mas
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